Puede sonar un plan poco romántico pero la verdad es que no tiene por qué ser así, lo que es cierto es que agendar espacio en nuestro calendario para tener relaciones sexuales puede ser muy práctico y traernos beneficios. Hoy en día muchas parejas deciden calendarizar sus encuentros amorosos, porque sí, a la mayoría nos pasa lo mismo; entre el trabajo, los niños o las tareas diarias, las ganas y el tiempo disponible a veces es muy limitado. Por eso y con mucha más razón, el amor merece ser cultivado y trabajado.

A veces es complicado encontrar el equilibrio entre planificación y espontaneidad, así que si buscas nuevas formas de fortalecer tu relación y mantener una vida sexual saludable y entretenida, nuestras habitaciones están para eso; pasar tiempo en pareja, disfrutar de momentos de intimidad y renovar la pasión en un lugar privado.

 

 

Agendar relaciones sexuales

 

Las obligaciones cotidianas, junto con el cansancio y la rutina diaria pueden causar que nuestra motivación y deseo sexual se vengan abajo. Es normal que las únicas ganas que queden después de un largo día, sean para dormir y descansar. Es por eso que cada vez es más común establecer un horario para tener «sexo programado»  ya que  puede ayudar a las parejas a mantener una vida sexual activa y satisfactoria.

Cerrarse ante la posibilidad de agendar estos encuentros porque creemos que limita la creatividad puede ser un error, más adelante veremos por qué.

 

Ventajas de planificar las relaciones sexuales

Hay que ver las cosas desde el lado positivo, si no tenemos mucho tiempo libre para disfrutar de la intimidad en pareja, entonces nos toca aprender a gestionarlo y sacarle el máximo provecho para poder disfrutar esos momentos al máximo. Programar los encuentros sexuales no es sinónimo de quitarle emoción al asunto, al contrario, podría traernos algunos beneficios:

1. Mejorar la comunicación

Como cualquier otro tipo de plan, para que la planificación de estos momentos salga bien, se necesita comunicación: antes de, para coordinar, y después, para compartir fantasías, hablar de lo que nos parece bien y de lo que podemos mejorar. Estas charlas pueden fortalecer y mejorar la comunicación y confianza de la pareja.

2. Satisfacción sexual

Saber cuándo vamos a poder compartir de forma íntima con nuestra pareja nos permite estar preparados, con lo mucho o poco que eso significa. Por ejemplo, si queremos planear cositas o hacer algún «retoque previo», o simplemente la emoción de estar a solas con nuestra pareja, pueden ser factores que impulsen la satisfacción y el deseo sexual.

3. Deseo

Conocer con anticipación cuándo vamos a tener un encuentro sexual suele aumentar la excitación y el deseo, nos da tiempo para investigar y probar cosas diferentes, llevar juguetes sexuales o simplemente explorar cosas nuevas que pueden darnos mejores experiencias sexuales.

 

Establecer un horario para las relaciones sexuales

Hay quienes creen que planificar los encuentros íntimos es sinónimo de perder la pasión. Pero no hay motivos para verlo así, se puede mantener la espontaneidad y la creatividad, eso sí, debemos dar espacio para la flexibilidad e improvisación.

De hecho, si lo pensamos bien, si buscamos una solución por la falta de tiempo, es porque te preocupa, interesa y deseas estos momentos, entonces  establecer un horario, puede ser una estrategia para asegurar y reservar tiempo de manera regular para estos momentos íntimos, cosa que posiblemente te permita aumentar la frecuencia de tus relaciones sexuales.

 

Manteniendo la espontaneidad y pasión

¿Deberíamos seguir el horario de forma estricta o dejar espacio para la flexibilidad y la improvisación?

La rigidez en el horario puede generar presión y estrés, especialmente si uno de los dos no está de humor en el momento programado. Hay que intentar ser comprensivos y ponernos en los zapatos del otro.

¡La espontaneidad no debe dejarse de lado!

 

¿Presión y estrés por cumplir un horario? ¡No!

Volver a ver el calendario y darnos cuenta que tenemos el día cargado de trabajo, que hay que salir a hacer mandados, ayudar a los chicos a hacer la tarea y tras de eso “echar pasión por la noche”, nos puede generar tensión. Y, si esto pasa, entonces planificar estos momentos no tendría sentido porque buscamos justo lo contrario: emoción, satisfacción, experiencias chivas…

Ser honestos con nosotros mismos y con nuestra pareja sobre la capacidad de “rendir” ese día o no, es importante para la salud de la relación.

 

Negarle o que nos nieguen intimidad no debe ser un motivo de enfado, no pasa nada por no querer ese día, es normal. 💆🏻

 

Comunicación abierta

¿Qué pasa si uno no está de humor en el momento programado?

Es muy sencillo decir que hay que ser honestos con nuestra pareja, pero a veces es complicado, y más aún cuando es a nivel sexual. No queremos que el otr@ se sienta mal, o piense algo que no es.

Ser transparentes y saber decir: “me siento agotado” ó “no estoy de humor para esta noche” es una muestra de sinceridad y confianza hacia la otra personas. Eso sí, escogiendo el momento y las palabras indicadas para comunicarlo.

 

Flexibilidad y adaptabilidad

El sexo es verdaderamente divertido como para encasillarse en un momento o una sola forma de llegar a él. Intentar ser como los camaleones y adaptarnos a las “exigencias” del momento, nos pone a prueba y merece la pena intentarlo.

Mostrar adaptabilidad al momento y al tiempo que tenemos, sea mucho o poco, muestra empatía hacia las necesidades nuestra pareja y también demuestra qué tanto interés o deseo tenemos de pasar tiempo juntos.

 

Respetar los deseos y necesidades

¿Qué pasa si no funciona? ¿Hay otras estrategias?

Si la planificación del sexo no funciona, existen otras cosas que podemos hacer. Una comunicación abierta sobre lo que nos gusta y lo que no, probar cosas nuevas y trabajar la espontaneidad, son claves para mantener la conexión con tu pareja y tener una vida sexual divertida y sana.

 

¡La comunicación resuelve! Y adaptarse resuelve aún más.  ¿Te atreves a marcar un par de días en el calendario?